sábado, 25 de noviembre de 2017

El enamoramiento


Safo y Catulo, los trovadores del amor cortés en la lírica provenzal, Petrarca... todos han cantado al amor desde la vivencia personal y los tópicos. Pero ¿y el momento del flechazo? ¿Cómo expresar lo que se siente cuando llega el enamoramiento? Flaubert en "La educación sentimental" nos lo ha contado así:

Fue como una aparición.
Estaba sentada en el centro del banco, completamente sola (...) Jamás había visto aquel esplendor de su piel morena, la seducción de su talle, ni aquella finura de dedos bañados por la luz. ¿Cuáles eran su nombre, su casa, su vida, su pasado? Deseaba conocer los muebles de su habitación, todos los vestidos que había llevado, la gente que frecuentaba; y el deseo de posesión física desaparecía incluso bajo otro más profundo, en una ansiedad dolorosa que no tenía límites.


Os propuse intentar expresar con palabras las sensaciones de ese momento, relatar vuestro "flechazo" y esto es lo que habéis escrito (respeto vuestra intimidad con el anonimato):


RECUERDOS 

"Siento que te conozco de toda la vida", pienso mientras me miras a los ojos y hablas de un tema que te gusta, y yo te escucho, te escucho atentamente sin enterarme de lo que estás diciendo porque en lo único que puedo centrarme ahora es en el rubio de tu pelo y en tus brillantes ojos azules que no puedo dejar de mirar porque me hipnotizan. Noto como el corazón se me acelera y las mariposas se apoderan de todo mi cuerpo intentando escapar para recorrer todos los rincones de tu habitación, de tu vida, de tu alma.  

Tú te das cuenta, yo me limito a reírme y me abrazas, me abrazas y siento algo que nunca jamás había sentido porque en tus brazos encontré todo lo que me hacía feliz. Después te miro, me miras y me besas, me besas con esos perfectos labios que me montan y me desmontan a su antojo.  

Ojalá quedarme atrapada en ese momento eternamente, para sentirte, para mimarte, para quererte, para amarte. 

Y aunque ahora tan solo seamos recuerdos, juro que oírte hablar será siempre lo más bonito que me ha pasado. 





"...no llegamos a intercambiar una conversación así que fue más difícil aún sacármelo de la cabeza; surgían todo tipo de preguntas en mi cabeza: ¿por qué no le habré pedido el número de teléfono o alguna red social? Al ser un amor a primera vista siento que puede ser la persona ideal, que estamos hechos el uno para el otro. El amor a primera vista es un momento instantáneo en el que sientes que solo estáis vosotros dos y todo alrededor no existe y sobre todo es un acto inesperado".





"Fue amor a primera vista cuando sentí una conexión especial nada más ver a esa persona, cuando nada más conocerlo sentí como  que le conociese de toda la vida, sentí que necesitaba  estar con él; algo dentro de mí me dijo me iba a enamorar. En aquel momento me puse muy nerviosa y me ruboricé.  Pensé que era perfecto y ya quería pasar el resto de mi vida con ella. El corazón me latía a mil y no sabías por qué me sentía tan feliz si apenas nos conocíamos. Fue un fugaz momento en el que sentí que solo existíamos nosotros dos".



"Era viernes por la tarde, 12 de abril, un día soleado y claro en el que el sol resplandecía más que nunca. Me hallaba paseando por el parque a la luz del mediodía, y entonces la vi, tumbada al lado de un estanque, con una rosa en la cabeza. En ese mismo momento sentí que era el amor de mi vida, fue un flechazo. Acto seguido me decidí a hablarle y estuvimos  hablando el resto de la tarde. Al cabo de una semana tuvimos nuestra primera cita y el amor surgió y desde ese momento sé que he encontrado al amor de mi vida".



"Fue un flechazo te lo aseguro, desde entonces todo ha cambiado, ahora solo puedo pensar en él. No como, no duermo… se me hace imposible concentrarme en otra cosa que no sea él. Necesito tenerle cerca para unirnos en uno y volver a formar nuestro pequeño universo eterno, aunque apenas dure unos minutos.
Le conocí hace tres semanas, era alto, tenía el pelo rubio deslumbrante, su cabello se convirtió en el único oro que necesito en mi vida. Los ojos azules, penetrantes, al mirarle desapareció por completo el frío helador de aquella noche. Sus facciones eran rígidas, hasta parecían cortantes. Pero lo mejor de todo era la sonrisa, esa maravillosa sonrisa, la ví y me dio un vuelco al corazón. Definitivamente me enamoré perdidamente al ver su sonrisa y estaré enamorada de ella por el resto de mis días.
Me encantaría poder verle, protegerme de todo recostada en su pecho, mi único deseo es volver a tenerlo cerca, a sentir su aliento cálido en mi piel, a notar el tacto húmedo de sus labios… ¡Por sus labios lo daría todo!
No me imagino el momento de volver a rozar sus manos, ni de oírle pronunciar mi nombre porque en el momento en que lo hace este cambia por completo, lo desmonta y lo vuelve a unir formando música en mis oídos para que yo me quede paralizada al oírlo, con las mejillas sonrojadas como última voluntad. Y si hace todo eso con mi nombre, imagínate lo que puede hacer con un beso". 




"Caminaba por la calle tranquilamente cuando a lo lejos vi a un compañero de mi  clase, hacia muchos meses que no le veía aunque habíamos seguido manteniendo contacto. A medida que se acercaba me iba fijando en su forma de caminar, en la forma de vestir, sus ojos marrones de veían mas vivaces, se había quitado el flequillo que tenia, subiéndose el pelo como lo tienen ahora todos los chicos y en lo que había crecido, que antes le sacaba yo media cabeza y me lo había doblado. Estaba muy contenta de verle y el corazón cada vez me latía más rápido, nunca había tenido esta sensación de presión en el pecho.
Estos ocho meses que no le había visto habíamos estado hablando por el móvil, me encantaba su forma de pensar, como me hacia reír con los comentarios que hacía y me ponía siempre muy triste cuando era la hora de colgar. El motivo por el que no habíamos podido quedar era por los exámenes, el fin de semana que no estaba ocupada yo lo estaba él y eso me ponía enferma.
Cuando salí de mi estado de trance pensando en lo mucho que le había echado de menos me di cuenta que me estaba hablando, me puse rojísima y notaba que el corazón se me iba a salir del pecho. Estuvimos un rato hablando… bueno, más el que yo, porque  estaba concentrada viendo lo mucho que había cambiado, su forma de expresividad se había vuelto más abierta, y además casi se le veía como un adulto hecho y derecho.  Mi nerviosismo empezó cuando note que la conversación se estaba acabando y yo quería seguir viéndole y escuchando su voz.
Creo que esta pudo ser la despedida más dura de mi vida. Antes de irnos intente fijarme en cada pequeño detalle de su dulce cara y la sonrisa que me devolvió cuando me despedí de él muy tristemente. Me quedé en mi sitio un rato pensando en lo que estaba sintiendo y fue recibir ese mensaje en el que ponía ``me ha alegrado verte mucho, te echaba de menos´´ y darme cuenta de que quería seguir viéndole, pero no esa sensación de verle dos minutos e irnos, si no ese tiempo más largo donde lo único que haces es reírte y recordar cuantas cosas habíais vivido juntos, la amistad que habíais formado y que podría llegar a durar mucho más. Me di cuenta que me había enamorado.
Llegué a mi casa y solo podía pensar en él. Mis amigas me preguntaban que si era guapo o si me gustaba por su físico, pero a mí eso era lo que menos me importaba. Yo estaba enamorada por lo que me hacía sentir, por las risas que compartíamos, por su forma  de pensar, por las miradas cuando me ve y esos abrazos tan reconfortantes que da, por todos los consejos que me dio y por aguantarme cuando estaba triste o enfadada.

Eso es amor y no solo el hecho de lo físico, tiene que hacerte sentir especial y saber hacerte reír hasta no poder respirar".





"Todo empieza un día cualquiera, de repente, sin previo aviso; conozco a esa persona de toda la vida, lo que le gusta y lo que no y cuando se encuentra bien o mal. Seguramente hasta ese momento no me había fijado nunca pero justo ese día por alguna razón desconocida pasa. No se cómo, desde cuándo o por qué pero ya no importa, me olvido de lo que está pasando y solo la veo a ella.
Primero mi pulso se acelera, como si algo o alguien lo cambiase de marcha, primera, segunda y hasta tercera. Pero esto solo es el principio, después llegan las mariposas, una a una y poco a poco pero ahí están y, cada vez que cruzo mis ojos con los suyos otra nueva, creo que ya llevo más de diez. Entonces para finalizar llega el peor momento de todos, tengo que hablar, después de todo, llevamos años siendo amigos, para ella todo sigue igual que ayer pero no para mí, y empieza; me saluda y un par de preguntas, lo típico, que tal ayer, cómo estas; yo contesto  disimulando y no sospecha nada, ella pasa a saludar al siguiente compañero y mi mirada la acompaña. A partir de ahí un día, el siguiente, y otro y así hasta que un día se me escapa, lo escucha y…"




"La verdad, no estoy muy segura de lo que es querer de verdad, pero creo que ese cosquilleo o ese latir cuando te acercas y me envuelves, ese abrazo que me das en los mejores y peores momentos, ese instante que paro a pensar en donde estoy, porque tal vez sea un sueño el estar entre tus brazos, se que tú me arropas, y está claro no es el verbo querer, sino el cuidar y el respetar. Tantos momentos donde supe que serias tú, ese chico moreno, de ojos marrones. En aquel momento sabía que si ponía las manos sobre el fuego no me quemaría. Sabía que tú eras mi meta, sabía que si luchaba, ganaba.
Me trasmitías aquella confianza y tranquilidad que no cualquiera transmitía. No sé si sería  amor a primera vista pero sentía que eras mío, esa sonrisa cuando en ese momento en el que me miras, te miro, me acaricias la cara, me quitas el pelo del rostro de mi cara y sobre mi mejilla me besas.
 En esta vida hay que tener las cosas muy claras porque en el peor momento llega algo y te cambia la vida. Te surgen ciertos asaltos, pueden llamarse piedras como aquella que en nuestro camino se interpuso, te fuiste, te busqué, te quería de verdad, me olvidaste, te soñé, no querías verme, deseaba verte... Pero llego el día que me rendí, no podía más, te seguía amando pero mi meta se volvió imposible. 
En ese momento, marché, viniste a por mí, me decías que nunca me quisiste olvidar, que darías lo que fuera por volverme a tener, que odiabas cuando de mis ojos unas lagrimas caían, me ofreciste tu mano para dar la vuelta al mundo juntos tantas veces como hiciera falta y me confesaste que yo siempre fui el sueño hecho realidad, coincidir en aquello, en yo ser su sueño y el ser el mío, hizo cambiar mucho, demostró que lo que sentía antes era verdad pero tal vez estuviera mal expresado, te daba miedo  ser sincero.

Ahora volvemos a ser un nosotros, ahora sé de sobra que no te volveré a perder, ahora sé que igual que tú me cuidaste yo te cuidaré hasta el final y la verdad es que hoy en día, sigues conmigo y  tengo que reconocer, que me enamore de ti de tal manera que nunca me cansare de decirlo y  así es, locamente perdida, tenía tantas ganas de tenerte que ahora que te tengo y después de tanto tiempo, ya mi día a día no es creíble si no estás tú para ser el toque de felicidad, porque eres el complemento perfecto que me hacía falta en  mi vida". 


"Era una tarde de invierno y volvía a casa después de haber estado de compras, estaba esperando el autobús cuando de repente llega un chico, me acuerdo perfectamente de él: un chico alto, con el pelo rubio pero de un rubio oscuro y sus ojos azules. Estaba justo a mi lado, parece ser que el también volvía a casa, hubo un momento en el que nuestras miradas se cruzaron, por unos segundos sentí algo de lo que todavía no estoy muy segura y no sabría cómo explicar. No lo conocía de nada y sigo sin saber quién es pero ojalá pudiera volver a ese momento.

Llegaba el momento de seguir mi camino, ya estaba a punto de llegar el autobús, me tenía que ir. Desde aquel día no lo he vuelto a ver más. Aún sigo esperando que llegue el día de volver a encontrármelo".




"Es una sensación que solo te pasa una vez cada mucho tiempo porque esa persona luego es difícil de olvidar. Es esa persona que al mirarla a los ojos sientes que acabas de ver la perfección y se acelera el corazón, te sonrojas y empiezas a hacerte preguntas estúpidas como: ¿tendré alguna oportunidad con ella?, ¿hablo ahora con ella? …

Pero reflexionas que si hablas con ella no te saldrán las palabras y le parecerás estúpido.  Esa noche y todas las demás hasta que te atrevas a hablar con ella pensarás en ella. Si la tienes cerca de ti no te concentrarás y si estas lejos tampoco porque estarás pensando ella…"



"Hace ya algún tiempo el amor a primera vista llamó a mi puerta. Yo iba paseando tranquilamente por la calle cuando de pronto choqué con el que es ahora el amor de mi vida. Gracias a ese fortuito choque sentí que me había enamorado. Tuve la ya conocida sensación de notar como mariposas en el estómago, me sonrojé como si fuera una adolescente y empecé a hacerle preguntas estúpidas debido al nerviosismo.Por suerte esos nervios se pasaron cuando él me propuso una cita y… surgió el amor a primera vista".



"Sabes que te has enamorado a primera vista cuando tienes esa sensación tan abrumadora como inefable, de no saber bien qué decir o hacer y no poder parar de mirar a esa persona. Sientes incertidumbre por saber cómo es realmente, que le gusta hacer en su tiempo libre o si le gusta esa serie a la cual tú estás tan enganchado. Todo esto en milésimas de segundo, hasta que esa persona se acerca y ya entonces tu corazón empieza a latir cada vez con más fuerza, tu cuerpo empieza a sudar, se te seca la garganta y no te salen las palabras de la boca. Por el contrario puede que ese amor a primera vista desaparezca y no lo vuelvas a ver nunca, es entonces cuando te planteas si realmente este amor vale la pena o es simplemente una mala jugada del destino".



miércoles, 8 de noviembre de 2017

MEDEA de Eurípides


Acabamos de leer MEDEA de Eurípides y todavía resuena la terrible historia de esta mujer en nuestras cabezas. Dejad en vuestros comentarios alguna reflexión personal sobre ella, sobre la visión de la mujer en la época, sobre el personaje... algo que os haya llamado especialmente la atención.

Aquí podéis ver un vídeo de los alumnos de Cultura Clásica  del IES "Celso Díaz" de Arnedo, La Rioja, interpretando alguna escena de la tragedia: