"Siento que te conozco de toda la vida", pienso mientras me miras a los ojos y hablas de un tema que te gusta, y yo te escucho, te escucho atentamente sin enterarme de lo que estás diciendo porque en lo único que puedo centrarme ahora es en el rubio de tu pelo y en tus brillantes ojos azules que no puedo dejar de mirar porque me hipnotizan. Noto como el corazón se me acelera y las mariposas se apoderan de todo mi cuerpo intentando escapar para recorrer todos los rincones de tu habitación, de tu vida, de tu alma.
Tú te das cuenta, yo me limito a reírme y me abrazas, me abrazas y siento algo que nunca jamás había sentido porque en tus brazos encontré todo lo que me hacía feliz. Después te miro, me miras y me besas, me besas con esos perfectos labios que me montan y me desmontan a su antojo.
Ojalá quedarme atrapada en ese momento eternamente, para sentirte, para mimarte, para quererte, para amarte.
Y aunque ahora tan solo seamos recuerdos, juro que oírte hablar será siempre lo más bonito que me ha pasado.
"...
no
llegamos a intercambiar una conversación así que fue más difícil aún
sacármelo de la cabeza; surgían todo tipo de preguntas en mi cabeza: ¿por qué
no le habré pedido el número de teléfono o alguna red social? Al ser un amor a
primera vista siento que puede ser la persona ideal, que estamos hechos el uno
para el otro. El amor a primera vista es un momento instantáneo en el que
sientes que solo estáis vosotros dos y todo alrededor no existe y
sobre todo es un acto inesperado".
"Fue amor a primera vista cuando
sentí una conexión especial nada más ver a esa persona, cuando nada más
conocerlo sentí como que le conociese de toda la vida, sentí que necesitaba estar con él; algo dentro de mí me dijo me iba a enamorar. En aquel momento me puse muy nerviosa y me ruboricé. Pensé que era perfecto y ya quería pasar el resto de mi vida con ella. El corazón me latía a mil y no sabías por qué me sentía tan feliz si apenas nos conocíamos. Fue un fugaz momento en el que sentí que solo existíamos nosotros dos".
"Era viernes por la tarde, 12 de abril, un día soleado y claro en el que el sol
resplandecía más que nunca. Me hallaba paseando por el parque a la luz del
mediodía, y entonces la vi, tumbada al lado de un estanque, con una rosa en la
cabeza. En ese mismo momento sentí que era el amor de mi vida, fue un
flechazo. Acto seguido me decidí a hablarle y estuvimos hablando el resto de la tarde. Al cabo de una semana tuvimos nuestra primera cita y el amor surgió y
desde ese momento sé que he encontrado al amor de mi vida".
"Fue un flechazo
te lo aseguro, desde entonces todo ha cambiado, ahora solo puedo pensar en él.
No como, no duermo… se me hace imposible concentrarme en otra cosa que no sea
él. Necesito tenerle cerca para unirnos en uno y volver a formar nuestro
pequeño universo eterno, aunque apenas dure unos minutos.
Le conocí hace tres semanas, era alto, tenía el pelo rubio deslumbrante,
su cabello se convirtió en el único oro que necesito en mi vida. Los ojos
azules, penetrantes, al mirarle desapareció por completo el frío helador de
aquella noche. Sus facciones eran rígidas, hasta parecían cortantes. Pero lo
mejor de todo era la sonrisa, esa maravillosa sonrisa, la ví y me dio un vuelco
al corazón. Definitivamente me enamoré perdidamente al ver su sonrisa y estaré
enamorada de ella por el resto de mis días.
Me encantaría poder verle, protegerme de todo recostada en su
pecho, mi único deseo es volver a tenerlo cerca, a sentir su aliento cálido en
mi piel, a notar el tacto húmedo de sus labios… ¡Por sus labios lo daría todo!
No me imagino el momento de volver a rozar sus manos, ni de
oírle pronunciar mi nombre porque en el momento en que lo hace este cambia por
completo, lo desmonta y lo vuelve a unir formando música en mis oídos para que
yo me quede paralizada al oírlo, con las mejillas sonrojadas como última
voluntad. Y si hace todo eso con mi nombre, imagínate lo que puede hacer con un
beso".
"Caminaba por la calle tranquilamente cuando a lo lejos vi a
un compañero de mi clase, hacia muchos
meses que no le veía aunque habíamos seguido manteniendo contacto. A medida que
se acercaba me iba fijando en su forma de caminar, en la forma de vestir, sus
ojos marrones de veían mas vivaces, se había quitado el flequillo que tenia,
subiéndose el pelo como lo tienen ahora todos los chicos y en lo que había
crecido, que antes le sacaba yo media cabeza y me lo había doblado. Estaba muy
contenta de verle y el corazón cada vez me latía más rápido, nunca había tenido
esta sensación de presión en el pecho.
Estos ocho meses que no le había visto habíamos estado
hablando por el móvil, me encantaba su forma de pensar, como me hacia reír con
los comentarios que hacía y me ponía siempre muy triste cuando era la hora de
colgar. El motivo por el que no habíamos podido quedar era por los exámenes, el
fin de semana que no estaba ocupada yo lo estaba él y eso me ponía enferma.
Cuando salí de mi estado de trance pensando en lo mucho que
le había echado de menos me di cuenta que me estaba hablando, me puse rojísima
y notaba que el corazón se me iba a salir del pecho. Estuvimos un rato
hablando… bueno, más el que yo, porque estaba concentrada viendo lo mucho que había
cambiado, su forma de expresividad se había vuelto más abierta, y además casi
se le veía como un adulto hecho y derecho.
Mi nerviosismo empezó cuando note que la conversación se estaba acabando
y yo quería seguir viéndole y escuchando su voz.
Creo que esta pudo ser la despedida más dura de mi vida.
Antes de irnos intente fijarme en cada pequeño detalle de su dulce cara y la
sonrisa que me devolvió cuando me despedí de él muy tristemente. Me quedé en mi
sitio un rato pensando en lo que estaba sintiendo y fue recibir ese mensaje en
el que ponía ``me ha alegrado verte mucho, te echaba de menos´´ y darme cuenta
de que quería seguir viéndole, pero no esa sensación de verle dos minutos e
irnos, si no ese tiempo más largo donde lo único que haces es reírte y recordar
cuantas cosas habíais vivido juntos, la amistad que habíais formado y que
podría llegar a durar mucho más. Me di cuenta que me había enamorado.
Llegué a mi casa y solo podía pensar en él. Mis amigas me
preguntaban que si era guapo o si me gustaba por su físico, pero a mí eso era
lo que menos me importaba. Yo estaba enamorada por lo que me hacía sentir, por
las risas que compartíamos, por su forma de
pensar, por las miradas cuando me ve y esos abrazos tan reconfortantes
que da, por todos los consejos que me dio y por aguantarme cuando estaba triste
o enfadada.
Eso es amor y no solo el hecho de lo físico, tiene que
hacerte sentir especial y saber hacerte reír hasta no poder respirar".
"Todo empieza un día cualquiera, de repente, sin previo
aviso; conozco a esa persona de toda la vida, lo que le gusta y lo que no y
cuando se encuentra bien o mal. Seguramente hasta ese momento no me había fijado
nunca pero justo ese día por alguna razón desconocida pasa. No se cómo, desde
cuándo o por qué pero ya no importa, me olvido de lo que está pasando y solo la
veo a ella.
Primero mi pulso se acelera, como si algo o alguien lo
cambiase de marcha, primera, segunda y hasta tercera. Pero esto solo es el
principio, después llegan las mariposas, una a una y poco a poco pero ahí están
y, cada vez que cruzo mis ojos con los suyos otra nueva, creo que ya llevo más
de diez. Entonces para finalizar llega el peor momento de todos, tengo que
hablar, después de todo, llevamos años siendo amigos, para ella todo sigue
igual que ayer pero no para mí, y empieza; me saluda y un par de preguntas, lo
típico, que tal ayer, cómo estas; yo contesto disimulando y no sospecha nada, ella pasa a
saludar al siguiente compañero y mi mirada la acompaña. A partir de ahí un día,
el siguiente, y otro y así hasta que un día se me escapa,
lo escucha y…"
"La verdad, no estoy muy segura de lo que es querer de
verdad, pero creo que ese cosquilleo o ese latir cuando te acercas y me
envuelves, ese abrazo que me das en los mejores y peores momentos, ese instante
que paro a pensar en donde estoy, porque tal vez sea un sueño el estar entre
tus brazos, se que tú me arropas, y está claro no es el verbo querer, sino el
cuidar y el respetar. Tantos momentos donde supe que serias tú, ese chico
moreno, de ojos marrones. En aquel momento sabía que si ponía las manos sobre
el fuego no me quemaría. Sabía que tú eras mi meta, sabía que si luchaba,
ganaba.
Me trasmitías aquella confianza y tranquilidad que no
cualquiera transmitía. No sé si sería amor a primera vista pero sentía que eras
mío, esa sonrisa cuando en ese momento en el que me miras, te miro, me acaricias
la cara, me quitas el pelo del rostro de mi cara y sobre mi mejilla me besas.
En esta vida hay
que tener las cosas muy claras porque en el peor momento llega algo y te cambia
la vida. Te surgen ciertos asaltos, pueden llamarse piedras como aquella que en
nuestro camino se interpuso, te fuiste, te busqué, te quería de verdad, me olvidaste,
te soñé, no querías verme, deseaba verte... Pero llego el día que me rendí, no
podía más, te seguía amando pero mi meta se volvió imposible.
En ese momento, marché, viniste a por mí, me decías que
nunca me quisiste olvidar, que darías lo que fuera por volverme a tener, que
odiabas cuando de mis ojos unas lagrimas caían, me ofreciste tu mano para dar la
vuelta al mundo juntos tantas veces como hiciera falta y me confesaste que yo siempre fui el sueño hecho realidad, coincidir
en aquello, en yo ser su sueño y el ser el mío, hizo cambiar mucho, demostró
que lo que sentía antes era verdad pero tal vez estuviera mal expresado, te
daba miedo ser sincero.
Ahora volvemos a ser un nosotros, ahora sé de sobra que
no te volveré a perder, ahora sé que igual que tú me cuidaste yo te cuidaré hasta el final y la verdad es que hoy en día, sigues conmigo y tengo que reconocer, que me enamore de ti de
tal manera que nunca me cansare de decirlo y
así es, locamente perdida, tenía tantas ganas de tenerte que ahora que
te tengo y después de tanto tiempo, ya mi día a día no es creíble si no estás
tú para ser el toque de felicidad, porque eres el complemento perfecto que me
hacía falta en mi vida".
"Era una tarde de invierno y volvía a casa después de haber
estado de compras, estaba esperando el autobús cuando de repente llega un chico, me acuerdo perfectamente de él: un chico alto, con el pelo rubio pero de un
rubio oscuro y sus ojos azules. Estaba justo a mi lado, parece ser que el
también volvía a casa, hubo un momento en el que nuestras miradas se cruzaron, por unos segundos sentí algo de lo que todavía no estoy muy segura y no sabría
cómo explicar. No lo conocía de nada y sigo sin saber quién es pero ojalá pudiera volver a ese momento.
Llegaba el momento de seguir mi camino, ya estaba a punto de
llegar el autobús, me tenía que ir. Desde aquel día no lo he vuelto a ver más. Aún
sigo esperando que llegue el día de volver a encontrármelo".
"Es una sensación que solo te pasa una vez cada mucho tiempo
porque esa persona luego es difícil de olvidar. Es esa persona que al mirarla a
los ojos sientes que acabas de ver la perfección y se acelera el corazón, te
sonrojas y empiezas a hacerte preguntas estúpidas como: ¿tendré alguna
oportunidad con ella?, ¿hablo ahora con ella? …
Pero reflexionas que si
hablas con ella no te saldrán las palabras y le parecerás estúpido. Esa noche y todas las demás hasta que te
atrevas a hablar con ella pensarás en ella. Si la tienes cerca de ti no te
concentrarás y si estas lejos tampoco porque estarás
pensando ella…"
"Hace ya
algún tiempo el amor a primera vista llamó a mi puerta. Yo iba paseando
tranquilamente por la calle cuando de pronto choqué con el que es ahora el amor
de mi vida. Gracias a
ese fortuito choque sentí que me había enamorado. Tuve la ya conocida sensación
de notar como mariposas en el estómago, me sonrojé como si fuera una adolescente y empecé
a hacerle preguntas estúpidas debido al nerviosismo.Por suerte
esos nervios se pasaron cuando él me propuso una cita y… surgió el amor a
primera vista".
"Sabes que te has enamorado a
primera vista cuando tienes esa sensación tan abrumadora como inefable, de no
saber bien qué decir o hacer y no poder parar de mirar a esa persona. Sientes
incertidumbre por saber cómo es realmente, que le gusta hacer en su tiempo
libre o si le gusta esa serie a la cual tú estás tan enganchado. Todo esto en
milésimas de segundo, hasta que esa persona se acerca y ya entonces tu corazón
empieza a latir cada vez con más fuerza, tu cuerpo empieza a sudar, se te seca
la garganta y no te salen las palabras de la boca. Por el contrario puede que
ese amor a primera vista desaparezca y no lo vuelvas a ver nunca, es entonces cuando te planteas si realmente este amor vale la pena o es simplemente una
mala jugada del destino".